jueves, 19 de enero de 2012

El milagro de La Cocina

Aunque quede feo que yo diga todo esto, lo sé. Este es mi foro para contarlo asi que los aprensivos con el ego que me lo peguen en la boca, no me importa. Dicho queda.

Los milagros siempre ocurren así. Ocurren en cocinas, en baños sucios, en descampados y ese rollo. No me imagino que en el “Palace” aparezca la esperanza para que uno crea que aun merece la pena hacer cosas bonitas y que lleguen a la gente. Pues eso, en Alberto Alcocer 48 igual que en un pasaje bíblico, ocurrió. Para quien no sepa de lo que hablo, unos locos montaron un bar de Rock. Sí, de rock. Del de toda la vida. Y ha salido bien. Que salga bien es que lleve abierto 6 meses. Y además ha funcionado que te cagas. Que funcione que te cagas es que la gente vaya y vuelva. Para mí esto es un milagro bendito si miramos alrededor un poco.

Pero lo más bonito de todo es que el milagro crece. Enumero para que os respondáis vosotros mismos. Se deja poner a los que "tocan" discos lo que quieren. Hay mujeres guapas. Perdón, hay tías guapérrimas que bailan cuando suena Joe Cocker o Carl Perkins. Joder, por fin. Se escuchan todo hits, que maravilla. Por fin no hay que aguantar a los que tienen que demostrar que saben más de música que el resto. Suena Sugar, Sugar. Se llena. Es difícil escuchar algo de indie, ufff. Cuando estás dentro estás rodeado de los más grandes colgados en marcos por toda la sala. Compulsivamente se escucha Beach Boys, Beatles y Creedence. Las camareras son como uno en la cama se imagina a una camarera. Los puertas dan miedo como los Kiss. Punkie del bueno. Sexo en los baños, si, si. Besos y morreos, me encantan los morreos. Motown, Mickael y los Jackson Five. Luces de sala como si fuese un concierto, Jimbo lo peta. Conciertos todos los jueves, viernes y sábados. Jam Session los miércoles de La Chicken Band, la primera Jam en la que importan más las canciones que lo bueno que uno es con su instrumento y no hablo del pene. Humo cuando hay poca gente para que parezca que hay más. Copas caras, es bueno para que dure, si, un esfuerzo. Delgadito de la Rabia. El Robe siempre. Unos socios que quieren sacaros la pasta para reinvertirla en la sala y quedarse un buen fajo después. El alma ,que está disfrazada de punkie. La mejor hamburguesa que me he tomado en mi vida y la única que sabe mejor si no vas borracho. Rock hippie.Y sobre todo, un BUEN ROLLO que no he visto por la noche nunca. Etc, etc. Soy yo el único loco que cree que esto es algo mágico.

Llevo más de siete años buscando y visitando bares de rock. He trabajado en Malasaña (EL barrio) en el Free Way y he resobado la Vía, el Honky, el Rowland, el Burli, la Sol y tantos otros. Y nada. Me encanta ir a un sitio que se llame La Cocina. Me encanta meterme dentro y al igual que en mi casa sentir que nunca voy a estar tan bien alimentado como cuando cocina mi madre. Así es este lugar que nos han regalado unos locos que pensando no sólo en el dinero, sin querer han abierto un agujero tecknicolor para los románticos que soñamos con la época en la que la música auténtica era lo que más molaba.

Los Globo

jueves, 5 de enero de 2012